domingo, 17 de julio de 2011

BACH / Conciertos de Brandemburgo / arreglo para 2 pianos de MAX REGER

Max Reger por Franz Nölken, 1913

«El compositor Max Reger» / cuadro de Franz Nölken (1913)

El siguiente artículo sobre Bach, debido a la dupla formidable de Ernesto y Elgatosierra, no había sido publicado todavía pese a que el material reseñado sí apareció en este blog con anterioridad. Aquella vez preferimos centrar la atención en el tema principal —los Conciertos de Brandemburgo sin desmenuzar la historia de esta transcripción para dos pianos. Pero ahora sí, reponiendo el enlace que había caducado, les ofrezco todo un descubrimiento.

franja Bach

Probablemente ningún otro compositor ha ejercido una influencia tan poderosa en el devenir de la música y en el ejercicio compositivo como Johann Sebastian Bach. Aún siendo una hipérbole retórica, hay algo de razón en la sentencia con que Max Reger manifestaba su admiración incondicional hacia el maestro barroco: “Todo comienza y todo acaba en Bach”. Especialmente en el caso de Reger (* Brand, 19 Marzo 1873 — † Leipzig, 11 Mayo 1916), pero prácticamente en el de la mayoría de los compositores de la vanguardia de los albores del pasado siglo, la presencia de Bach es de primer orden. Webern, Berg, Schoenberg, Berio, Kagel y un largo etcétera de compositores, se remitieron a él para realizar transcripciones, y en algunos casos, más que eso: verdaderas reescrituras, relecturas de lo que el maestro de Eisenach tiene aún por decirnos.

Max RegerEl caso de Reger es particularmente notable, pues realizó más de un centenar de arreglos orquestales o reducciones instrumentales, que van de la simple interpretación para aficionados hasta obras de enorme complejidad y dificultad técnica, dignas de virtuosos, es decir profesionales. Los Conciertos de Brandemburgo BWV 1046-1051 fueron una de esas complejas partituras que Reger tomó para reinterpretarla en 1914, a fin de ofrecer una perspectiva novedosa respecto a una obra que hoy en día es una de las más populares del gran genio alemán.

No se trata de una adaptación para que melómanos aficionados la interpreten en la comodidad de su hogar (después de todo, ¿cuántos melómanos poseen dos pianos?) sino una transcripción (aceptemos temporalmente el término) de largo aliento que requiere de intérpretes con un enorme dominio técnico del instrumento. Aun tratándose de una obra por encargo, a la que siguió otra relectura similar de las célebres «Suites Orquestales» un par de años después, Reger acometió la labor con la seriedad y el compromiso de quien sabe, de alguna manera, que está ejerciendo una tarea similar a la que Borges nos dice acometió Pierre Menard al intentar escribir El Quijote palabra por palabra.

Aquí el paralelo con este ejercicio retórico-literario que le permite a Borges plantear una hipótesis literaria de enorme atrevimiento no puede ser más pertinente, porque nos enfrentamos a una obra que ya no es la original, que ya no dice lo que decía la original, y que no fue escrita ni en las condiciones originales (es decir, la recopilación de varios conciertos ya escritos para presentarlos como un ciclo) ni en el período histórico en que sabemos fueron presentados como una obra redonda.

En otras palabras, estamos ante una obra absolutamente nueva, que el propio Bach no habría podido componer jamás. Entre otras razones de mera índole histórico-práctica, está el hecho de que los pianos propiamente tales no existieron en época del gran compositor. Y aunque los primeros pianofortes aparecieron en los últimos años de su vida —y hay por ahí un testimonio que afirma que Bach pudo haber tocado uno de esos primeros instrumentos— lo razonable es conjeturar que se acercó a ellos como intérprete de clavicordio, ajeno a la muy distinta técnica requerida para el instrumento moderno que conoció Reger.

En definitiva, es un arreglo que sólo pudo aparecer en los albores del siglo XX y no en tiempos de Bach. Y como una obra enteramente nueva, pero tributaria del original barroco, estamos ante una composición para dos pianos absolutamente deslumbrante y de intrincada complejidad, que cautiva al escucha desde el primer acorde.

La versión de Reger para los Conciertos Brandemburgueses es, en verdad, fascinante; y esta grabación, una maravilla. No se la pueden perder. Interpretan Sontraud Speidel (quien fuera alumna del excelso Wilhelm Kempff) y Evelinde Trenkner. Insistimos: no se la pueden perder. ¿Qué faltará por decir? Sólo algo más: si pueden, compren este disco. No se van a arrepentir.

» D E S C A R G A

MP3 160 kbps | 18 tracks | RAR 119,5 MB

9 comentarios:

Jorge dijo...

Muchas gracias, excelente aporte!
Casi no lo bajo porque me parecia q lo habia bajado del blog del cuervo... pero eran las suites, no los brandeburgueses, jeje, tambien transcitas por Reger.
Gracias de nuevo, saludos!

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Gracias a ti por la visita, disfruta esas transcripciones que son muy buenas!
Saludos!

Claudio dijo...

hola quinoff
te agradezco este disco muy lindo para quienes gustamos del sonido del piano, es posible que tengas tambien las suites orquestales para 2 pianos?
muchas gracias!
claudio de bs as

q u i n o ƒ ƒ dijo...

hola claudio!
las suites orquestales las estoy consiguiendo con Ernesto, y las subiré acompañadas de un artículo; quédate atento, que pronto llegan.
gracias a ti por la visita!

Claudio dijo...

hola quinoff, muchas gracias
voy a esperar por ellas entonces!

Anónimo dijo...

Tremendo aporte al mundo que se interesa por esta clase de música. Gracias a quien se dedica a recolectar y a subir todo esto "sin esperar nada a cambio"... Ahora bien, bajé el disco pero eché de menos el tercer movimiento del concierto brandemburgués nº3... ¿no viene incluído en el disco o es una falla en la subida o bajada del mismo?

Reitero el agradecimiento muchachos.

ORLANDO

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Hola, Orlando! Gracias por tus palabras de ánimo hacia esta página y lo que en ella compartimos, sumando el esfuerzo de varios. Sobre el Tercer Concierto, efectivamente Reger concentra la obra en dos movimientos. En el primero incluye, al final, un brevísimo Adagio; y el segundo movimiento que figura en el disco es de hecho el tercero en el concierto original.
Un gran saludo,
Q.

Anónimo dijo...

Muchas gracias señor, y bueno yo también soy de Chile así que doble gusto me da saber que exista alguien que sepa apreciar "las cosas viejas" que cada día quedan más relegadas al polvo y al olvido... Y sería buena cosa compartir los pocos discos que tengo (comprados con sufrimiento enorme para mi bolsillo, en su tiempo, en la Feria del Disco) contigo y ver si sirven a la difusión gratuita.

En fin, gracias por la respuesta y felicidades, sigan subiendo más música.

ORLANDO

q u i n o ƒ ƒ dijo...

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