Dos grandísimos creadores comparten la torta de cumpleaños el día de hoy, 7 de mayo. Me refiero a Johannes Brahms (nacido en esta fecha el año 1833, en el puerto de Hamburgo) y a Piotr Chaikovsky (nacido este día el año 1840 en Vótkinsk, Rusia imperial). La distancia geográfica anticipaba la brecha que existiría entre ambos a niveles tanto personal como artístico, no por una intención deliberada o algún episodio concreto, sino simplemente por ser un par de tipos muy ajenos el uno al otro.
Mientras el alemán se afanaba por otorgar lógica y coherencia al tumulto del deseo, la inspiración o la pasión, valiéndose para ello de una arquitectura extraordinaria que domina cada obra por sobre el color instrumental o la libre melodía, el ruso no sabía ni quería contenerse: se desgarró a sí mismo en páginas sacudidas por una pasión abrasadora, una orquestación brillante y una capacidad melódica que a menudo alcanza la gloria.
A lo anterior añadían otra diferencia, pues su personalidad era como el opuesto paradojal de su sello artístico: Brahms era un hombre de trato impredecible que podía ser difícil, no temía ofender a sus iguales, era abierto enemigo de la etiqueta al vestir, marcado por su origen humilde, portuario, desmedido en la mesa y atropellador con sus íntimos, aunque también muy apegado a éstos; Chaikovsky en cambio era un hombre fino, educado, pulcro, de trato ameno y con innata elegancia que causaba encanto a propios y ajenos, aunque sus más allegados conocían sus arranques de excentricidad. No extraña, pues, que al conocerse ambos artistas no congeniaran, como sabemos por testigos de tales encuentros y por ciertas páginas del diario de Chaikovsky.
Aun así, supieron reconocer el quilate mutuo: se sabe de la impresión que causó la Quinta sinfonía de Chaikovsky sobre el alemán, y por su parte el ruso calificó a Brahms, en una de sus cartas, como “fuerza de la naturaleza”. ¡Gente contradictoria!
Lo bueno es que los melómanos podemos ser politeístas y celebrar a ambos genios por igual, sobre todo el día de su cumpleaños:
¡Felices 185 años, Piotr Ilich!
¡Felices 192 años, Johannes!