Para nuestra Mara
El sufrido sobreviviente capaz de conjurar la belleza proscrita en el piano desvencijado de una casa en ruinas... uno de los grandes momentos fílmicos que he disfrutado en mi vida. La banda sonora contribuye ampliamente, sobre todo gracias al virtuoso Janusz Olejniczak, quien interpreta a ese Chopin que, como genio tutelar, siempre merodea en los avatares de Szpilman.
También el contemporáneo Wojciech Kilar aporta una breve y preciosa composición a la película, Moving to the Ghetto Oct. 31, 1940. En ella, un clarinete melancólico de resonancias “klezmer” vuelve a recordarnos que el anciano Kilar es un genio viviente.
Disfruten esta gran banda sonora...... A Q U Í
Más información sobre este disco y su contexto, AQUÍ
11 comentarios:
Hace años ví la película.
totalmente conmovedora, gracias amigo por acercarnos al "ángel" de Chopin.
Abrazos!
PD: Realmente te felicito por tu incansable labor y tu amor por la música.
Si hay algo que me hubiera gustado hacer en ésta vida sería tocar el piano....quizás en otra, o quizás ya lo hice y no lo recuerdo.
Joaquín, esto es telepatía, porque desde hace años que quiero escribir alguna cosita sobre Szpilman y sobre Szymon Laks, dos personajes interesantísimos de un momento terrible en la historia de Europa, y esta vez te me has adelantado. Excelente artículo y homenaje. Si no me doy prisa, me quitarás también a Laks... ;-)
Un saludo.
Gracias por tus palabras, Adriana, y por tu invariable simpatía. Iré a dejar mis saludos en tus dominios también!
K, prometo no decir nada sobre Laks, ni siquiera pensar en él para no cometer telepatía, jaja. Este homenaje a la “dupla” Chopin-Szpilman está dedicado también a mi amiga Mara, pero estoy más que seguro de que tu artículo al respecto será mejor. Por favor, no lo rezagues.
Joaquín, sos un caso incurable de amabilidad, cortesía y encanto.
La dupla Chopin-Szpilman narrada por uno de los mejores directores del cine europeo, R.Polanski, da por resultado este conmovedor Pianista, el retrato de un horror incomprensiblemente humano.
Mil gracias por la dedicatoria y por la paciencia (infinita).
mara
Buenísima entrada, Joaquín, para quitarse el sombrero.
La escena, ciertamente, es memorable.
Dicen que los pianos suenan mejor en un edificio en ruinas. Será cierto del todo
La condición humana es terrible...
Salud, paz, sonrisas y cordiales saludos.
Elgatosierra
Pero a veces la condición humana también es maravillosa (supongo que ahí radica lo terrible)
Abrazos, amigos
El que a veces (qué pena, sólo a veces) sea también maravillosa es el único consuelo y esperanza que tenemos.
Salud, paz, sonrisas y cordiales saludos.
Elgatosierra
Szpilman: enlace repuesto.
Muchas gracias amigo por este bello archivo, saludos con afecto.
Gracias a ti Francisco por tu visita!
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