Ahora llega la Segunda Serenata que el joven Brahms compuso en Detmold, entre 1858-59. En la orquestación suprimió los violines, medida que tomó, al parecer, cuando revisó esta pieza una década más tarde. Eso le da una presencia sonora oscura pero jovial, con algún parecido al estilo que distinguirá después a Dvorak. Esta es una serenata dedicada. Por supuesto: a Clarita. Eran los tiempos de amor fervoroso y juvenil por la fascinante pianista 14 años mayor. También la madre de Brahms era mayor que su esposo... la cosa venía de familia tanto como el talento, que podrán disfrutar ustedes nuevamente gracias al bueno de Mackerras con los escoceses...
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8 comentarios:
Primero, me encantó otra vez Mackerras.
Luego, jugando, para variar, se me ha ocurrido una tontería de esas que me caracterizan. Con el juego de los espejos he comparado los movimientos de las dos Serenatas uno a uno. El resultado con los dos “Adagio non troppo” es curioso y significativo, a ver qué os parece.
Salud, paz y una sonrisa por favor.
Elgatosierra
Gato, si de jugar se trata, me anoto. Aunque tu juego es difícil para mí.
Mientras esperamos a algún amigo que quiera jugar, ¿me das una ayudita? je.
¿Te referís al final de ambos movimientos? Dale Gato, una ayudita. En el adagio de la primera hay casi una coda...(¿va por ahí?).
¿Alguien que quiera jugar?
Dra. Mara, qué sorpresa.
Nunca diga que hay algo difícil para usted, por favor.
No Doctora no tiene que ver con los finales, tiene que ver con las extensiones y profundidades de los movimientos en su conjunto.
Seguro que alguien más querrá jugar.
Por cierto, pronto habrá por aquí más juegos.
Salud, paz y una sonrisa por favor.
Elgatosierra
Extensiones....mmm 8.34 minutos para el adagio de la segunda y 14.25 minutos para el de la primera.
De la profundidad.....ahí me sumerjo otra vez (va la cuarta vez que las escucho)
Nunca frecuenté tanto y con tanto interés las Serenatas de Brahms.
Es decir con la mitad de extensión consiguió mucha más profundidad. Cómo hizo eso nuestro Barbudo. Apenas un año de diferencia entre una y otra, pero el cambio conceptual fue tremendo.
Y esto de las serenatas es cosas de niños comparadas con sus sinfonía y conciertos. Cuando lleguemos allí habrá que ajustarse las neuronas mucho más, porque los envites serán insoportables.
Dra. Mara, escuchar música así es una verdadera aventura, que a veces puede ser hasta peligrosa. Pero tiene dos cosas buenas, es gratis y nos ayuda a comprender mejor a los compositores.
Salud, paz y una sonrisa por favor.
Elgatosierra
Gato y Gata (jeje)! Lamento la ausencia, no fue una semana con tiempo ni salud a mi favor. Vamos a ver: ¿tengo q escuchar los movimientos lentos? Bien. La introspección de Brahms es inmensa, veremos adónde nos arroja. Tengo que lanzar un último fogonazo con las serenatas: las versiones que grabó de ambas Claudio Abbado con los berlineses en 1981, o sea antes de ser titular. Ahí es serenata a escala filarmónica, no como Mac y Brüggen, que dirigen orquestas de cámara.
A lo mejor tampoco son las últimas, porque me parece que yo tengo por aquí, si la memoria no me falla, que ya estoy muy mayor, la antigua versión de Haitink con la Concertgebouw para PHILIPS. Sólo espero órdenes.
Vamos a quedar así totalmente ‘serenados’.
Quinoff, no más drogas y las mujeres malas, sólo buenas. JAJAJA
Salud, paz y una sonrisa por favor.
Elgatosierra
Es que estas mujeres también son drogas... jaja. Bien, ya que esperas órdenes, las enviaré puntualmente. Algo me habías hablado de Haitink hace un tiempo... no sabía que además tenías el disco. Esos holandeses saben lo que hacen!
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