Con apuro les dejo este precioso registro: dos conciertos de violín venidos del frío, por así decir. Uno en Re mayor: el que compuso el genial Barbudo de Hamburgo, Johannes Brahms, y que forma parte de los mejores conciertos creados nunca para este instrumento. La versión: Herbert von Karajan dirige a la Orquesta del Festival de Lucerna en 1957, con Nathan Milstein como solista. El otro concierto, en Re menor, escrito por el bardo de Finlandia, Jean Sibelius. La versión: Eugen Jochum, que visitó poco la obra del finés, al mando de la Filarmónica de Berlín en 1956, con el rol principal a cargo de un genio casi olvidado, Bronislaw Gimpel.¡Disfrútenlo!
» D E S C A R G A
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7 comentarios:
qué maravilla!!!, gracias, gracias!!!!
Gracias a ti por ese permanente entusiasmo, querida Laura!
Estimado Quinoff:
¡¡Hermosa entrega!!
Particularmente me gusta más el concierto de Brahms, pero reconozco que ambos son magistralmente ejecutados.
¡¡MUCHAS GRACIAS!!
Saludos desde Uruguay.
José
Amigo José, ¿cierto que Milstein genera una línea de canto única con su violín? A mi me fascinó igualmente, sólo he puesto más énfasis en Gimpel para quitar un poco de la oscuridad en que se haya sumido frente al gran público. Gracias por tu visita y por darnos tu impresión!
Q.
Estimado Quinoff...
Ciertamente, que es un verdadero privilegio escucharlo. Coincido completamente con tu comentario. Sin dudas se trata de obras muy distintas. Pero en ambos casos es rescatable la tarea solista. Sabes que en realidad hace mucho que sigo tu blog, pero nunca había hecho comentarios a pesar de valorar mucho tu trabajo.
En otro orden de cosas, hoy por acá, en Montevideo, tendremos la ocasión de ver y a escuchar a un grande, verdaderamente GRANDE, orgullo de toda Latinoamérica. BRUNO GELBER, interpretando el concierto I de Tchaikovsky...¿qué te parece?
Me soprendió realmente tu entreta de Taneyev...la 4 IMPRESIONANTE. MUCHAS GRACIAS. Jose
Amigo José
Gracias por tus apreciadas palabras. Esa sinfonía de Tanéyev me parece la mejor de las que escribió y una de las más meritorias de todas las compuestas durante el siglo XIX por los artistas rusos. Aunque claro, el gran maestro de esa forma fue Chaikovsky.
Y hablando de él, ¿qué tal estuvo el concierto? Bruno Gelber es un genio del teclado, no se puede decir menos. Ojalá vuelva a Chile pronto, que siempre es un privilegio escucharlo.
Saludos!
J.
Estimado Quinoff
Realemte coincido una vez más con tus comentarios. Es una pena, que una obra tan cautivante no tenga más repercusión. y alumno del Gran Piotr Illich...¡¡no puede ser menos!! Me gustó muchísimo y te agradezco enormemente haberme permitido escucharla.
En cuanto al concierto, fué como tu verás una interesante conjunción. Al supremo arte del Maestro Gelber, se suma la juventud, las ganas de tocar, y ese contagioso entusiasmo que ponen al hacerlo. Acompañaban al Maestro la Orquesta Juvenil. y si todavía le sumamos a una obra de Tchaikovsky...Un privilegio haber podido asistir. Sí, ojalá que por Chile lo tengan pronto. Un Genio, realmente.
Recibe un afectuoso saludo. José
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