Las Serenatas de Brahms no parecen frecuentar los conciertos o las aficiones del público que asiste a ellos. Antes de lamentar el hecho como síntoma de bancarrota espiritual de la Humanidad... mencionaré parte de una biografía del Barbudo, recuperada de los revueltos cajones de mi memoria. Entre análisis y argumentos, el biógrafo —“de cuyo nombre no quiero acordarme”— sitúa en Detmold una verdadera “mayoría de edad” para Brahms como compositor. Hasta entonces el músico de Hamburgo había pulido sus dotes en un período que cabría denominar Sturm und Drang, donde se percibe un clima tormentoso, con tonalidades sombrías interrumpidas por frecuentes relámpagos emocionales. ¿Será tradición germana la juventud gótica y la madurez clásica?
El castillo de Detmold en una antigua fotografía
La idea de “recuperar” un molde anticuado como era la serenata calzaba bien en Detmold, donde Brahms llevó la vida de un músico al servicio de un gran señor, a la manera en que lo fueron Haydn y Mozart cuando componían sus propias serenatas — género relacionado además con ambientes palaciegos y recepciones al aire libre.
Pues bien, Brahms, según el biógrafo, habría comenzado imitando aquellos modelos dieciochescos; sin embargo, su interés en el desarrollo temático fue añadiendo una densidad cada vez mayor a la música, hasta que el ligero plan inicial era desmentido por la profundidad lograda en las diferentes partes. De ahí que las piezas funcionaban bien ante el público como fragmentos sueltos, mientras que la serenata completa despertaba perplejidad con su híbrido de formato ligero con planteamiento sinfónico. Sobre todo la Primera Serenata posee esta dualidad algo enredada entre forma e intención.
La Segunda Serenata en cambio es mucho más “redonda”. Brahms se había elevado a la categoría de maestro que no tropieza.
Personalmente, creo que esa impetuosidad Sturm und Drang se repite en todas las primeras creaciones del maestro en distintos géneros: Primera Serenata, Primer Concierto para Piano, Primera Sinfonía. En cada uno de estos tres casos, la obra siguiente es más plácida, más segura y mejor planteada, aunque también algo menos dramática. Y aunque la Primera Sinfonía es un caso especial por el extenso período de su “forja”, su primer movimiento data de estos días de romántico arrebato. Es fácil reconocer esa turbulencia juvenil en sus notas.
Pero el momento de la Primera ya llegará. Ahora les dejo —otra vez— las dos Serenatas en versión de Claudio Abbado con la Filarmónica de Berlín. Pero ojo: es el Claudio que iba como director invitado en 1967 (Segunda Serenata) y en 1981 (Primera Serenata). Además, con una orquesta que sonaba como ya no lo hace (¡cuánto concuerdo contigo en eso, Ernesto!). Un placer agregado es oír al clarinete principal, el gran Karl Leister, maestro de su instrumento (fijarse en la nitidez con que hace sonar todas las notas, incluyendo las escalas rápidas, donde no hay borrones).
A disfrutar, AQUÍ.
10 comentarios:
Genial Post QUINOFF
En efecto, la BPO ya no es la de antes...ahora mas democratica y con un tio simpatico a mas no poder en el podio....pero anos luz de la aristocracia de Karajan y Furtwangler.
Graicas por compartirnos estas maravillas con Abbado
que buena sorpresa lo de las serenatas de brahms, una verdadera joya, ¡Qué artista Joahnnes!, me llega hasta la médula.A Karajan no lo etraño tanto pero a Furt, creo que no ha habido otro con tanto talento.
Muchas gracias.
Arnoldo
Enhorabuena por tan fantástico aporte, gracias QUINOFF. Le estoy cogiendo un cariño al barbudo de lo más grande.
Permitanme compartir totalmente la opinión sobre la BPO. En 2007 con Sir Simon nos dieron una 2ª de Mahler de lo más lamentable que recuerdo. Iban con el Orfeón Donostiarra y Bernarda Fink. Estos últimos no tienen culpa de nada. Creo que al tío simpático le va excesivamente grande la orquesta y esto ha resentido su calidad.
Ernesto, Fernando, Arnoldo! Un placer encontrarme con Uds. por estos rincones que tanto les deben! Cuidado con las evocaciones del gran Furt o harán llorar al Gato.
Encontré la cita en “books.google” y no es de Geiringer sino de Florence May, otra autoridad en Brahms.
Las páginas que hablan de las Serenatas pueden encontrarlas AQUÍ.
Quinoff, tengo algún problema al descomprimir el fichero. El mensaje es: Final inesperado. El fichero está dañado. Se refiere al segundo movimiento del Op 16 (Scherzo).
Un saludo. Fernando
Miauuu, miau, miau… Ven, ya me hicieron llorar con tanto Furt.
Creo que ya he dicho alguna vez que el sucesor natural de Karajan debería haber sido Celibidache, aunque a mí me hubieras gustados más Boulez, pero los Filarmónicos querían tomarse un descanso después de tanto trabajo.
Abbado era majete y quedaba bien en las portadas de los discos, y sobre todo era mucho más manejable que los otros gruñones. Al probrecito casi le cuesta la vida. Y ahora, como ya todo es marketin, pues todo vale.
Me gustaría saber como cayó en Berlín la bromita de la revista de marras. ¡¡¡JAJAJA!!! Ahora me río a mandíbula batiente.
Eso les pasa follones, malandrines y vestiglos.
Salud, paz y una sonrisa por favor.
Elgatosierra
Fernando! Un gran saludo. Mira, al crear el archivo RAR le añadí un ‘registro de recuperación’. Así, utiliza la herramienta Repair (en el WinRAR) y se generará un archivo en buenas condiciones.
Y si no, pues me avisas y te envío un vínculo nuevo. Para eso estamos.
Ya le habia pasado la herramienta repair, y continuaba sin funcionar. Pero ya he dado con el problema, y es que el fichero en mi disco tiene 133 MB y es de 182, por lo que creo que se cortó la comunicación en algún momento. Me lo estoy bajando de nuevo ya te comento como fue. Gracias y un abrazo.
P.D.: Me has roto con el vídeo del padre (ya sé que es otro post, perdona)¡que cosa mas bella! Se envío rápidamente a mis hijos.
Problema solucionado. No es necesario que te tomes más molestias.
Se había cortado el fichero. Gracias de nuevo por todo.
Mi dirección de correo la tiene el gato y ernesto, será un placer contactar contigo.
Link repuesto!
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