viernes, 21 de junio de 2013

DVORÁK: 9ª Sinfonía ›desde el Nuevo Mundo‹ & ›El Duende del Agua‹ [Harnoncourt, RCOA]

Monumento a Dvorák en la República Checa Monumento a Antonín Dvořák en Praga, República Checa / foto: Malenkov

La última sinfonía de Antonín Dvorák es probablemente la más popular. Y no porque el músico haya muerto a poco de componerla, como pretende el cliché romántico de la fatalidad asociada al número nueve (número que algunos, como Mahler, evitaban con temor supersticioso). Nada de eso. La “sinfonía del Nuevo Mundo” fue la última de su autor porque éste decidió derivar hacia otros horizontes creativos, engrosando el nicho de sus poemas sinfónicos.

Dvorák es un caso interesante en el contexto musical de su tiempo. Destaca la altísima calidad de su inspiración, aquello tan único que no se aprende ni se enseña, y que causaba admiración de su amigo Brahms. Pero destaca también el que fuera capaz de moverse con autoridad en dos mundos “irreconciliables”, como opinaban entonces algunos miopes.

Me refiero a la música “absoluta” y la música “programática”. Lejos de casarse con alguna facción, el creador checo guardó cuidadosa independencia para elegir los asuntos que se acomodaran mejor a sus intereses.

Felizmente dotado para la melodía, con un sentido del ritmo en directa conexión con el folclore y una armonía llena de atractivas modulaciones, Dvorák supo trasladar las riquezas musicales de su tierra a una formulación artística de calidad universal.

Su nombre gozó de amplia fama, gracias a lo cual recibió la invitación para dirigir el flamante Conservatorio de Nueva York entre 1892 y 1895. De aquella experiencia surge la identidad propia de su última sinfonía, deliberado intento de conjurar un “estilo americano” con la incorporación de motivos tomados de la música negra y nativa. Una idea genuinamente revolucionaria para aquellos tiempos.

cacería del bisonte Cacería del Búfalo en la pradera norteamericana

Tras volver a su país natal, Dvorák se dedicó a escribir poemas sinfónicos, vale decir, obras cuyo propósito es “contar algo”, expresar un argumento mediante los riquísimos recursos de la orquesta moderna.

Interesado desde siempre por el folclor checo, el compositor asume una balada del escritor Jaromír Erben sobre un malévolo duende fluvial que atrapa a una muchacha y la hace su esposa en las profundidades de su mundo.

Vodník, así se llama, es uno de mis poemas sinfónicos preferidos desde hace mucho tiempo. No es fácil hallar una versión que pueda balancear el chispeante tema principal, la dignidad y añoranza del tema de la madre, los episodios bruscos que suceden en diferentes momentos, la tristeza de la “canción de cuna sumergida” que canta la joven y triste madre a su hijo, el reencuentro con la superficie, la reclamación final del duende, el enfrentamiento, el sentido ominoso que anticipa la presencia del espíritu maléfico... Dvorák es capaz de hacer música a partir de todos estos elementos, hilvanando temas y atmósferas con una magistral fluidez que nunca disminuye ni erosiona su interés.

kappa Un «Kappa», duende acuático del folclor japonés
Vodník / fragmento con el tema del duende y la doliente canción de cuna de la muchacha a su hijo, en el reino sumergido

carátulaDisfruten la Sinfonía nº 9 en Mi menor, «desde el Nuevo Mundo», y el poema sinfónico «El duende de las aguas» (Vodník) en una de las más brillantes grabaciones recientes: el inagotable y genial Nikolaus Harnoncourt al frente de la Orquesta del Concertgebouw de Ámsterdam, en un concierto ofrecido en Octubre de 1999.

Harnoncourt comanda una agrupación famosa por su altísima calidad y sabe aprovecharla. Los colores orquestales son vívidos, la atención al detalle es reveladora y su lucidez estructural, intachable. Mencionemos también su distancia del sentimentalismo, asentando en cambio su expresividad en las posibilidades de la música misma, sin regatear garra y brusquedad en las expansiones orquestales. Para mi gusto una de las grandes versiones de la era digital, que espero disfruten (y si pueden, adquieran el disco para apreciar el sonido en toda su riqueza).

D E S C A R G A

MP3 ABR ~ 212 kbps | 5 tracks | JPGs | .7z 98,54 MB |48 kHz

3 comentarios:

El flautista dijo...

Me encanta esta sinfonía, para mi gusto una de las mas bellas. Siempre es interesante aprender un poco más respecto a las circunstancias que dan origen a este tipo de obras, felicitaciones por el blog siempre que me doy una vuelta por aquí aprendo algo nuevo sobre la música, Saludos

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Te agradezco mucho tus palabras, Flautista. Bienvenido seas en cada una de esas vueltas que te das por acá!

q u i n o ƒ ƒ dijo...

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