martes, 27 de septiembre de 2011

FURTWÄNGLER / Sinfonías de FRANCK y SCHUMANN


cubierta disco

Si en el post anterior abordamos una estupenda sinfonía francesa, pero recordando la desventaja de los músicos galos en este campo, hoy les traigo una obra reconocida ampliamente como la mejor producción sinfónica nacida en Francia durante el siglo XIX. Y aunque los juicios perentorios mueven a la (sana) desconfianza, en este caso me atrevo a respaldarlos.

Franck tocando el órgano

César Franck sentado ante el órgano

César-Auguste-Jean-Guillaume-Hubert Franck (1822-1890) nació en Bélgica, pero las ambiciones de su padre lo llevaron a París, ciudad que nunca más abandonó. Se nacionalizó francés, cursó estudios (brillantes) en el Conservatorio e inició carrera como virtuoso bajo la tutela paterna; pero luego se enamoró, se rebeló contra su estricto progenitor e inició una “segunda vida” distanciada de la notoriedad, que le permitió cimentar poco a poco su enorme valía. Llegó a ser un organista extraordinario, un teórico musical estupendo y un profesor de éxito, rasgos éstos que nos evocan a Bruckner. Con este último compartía además la arraigada fe católica y la tenacidad paciente pero infatigable de su trabajo. Órgano, paciencia, espiritualidad... ¡he llegado a sospechar que estos factores no se ligan casualmente!

En fin, el 17 de febrero de 1889 la Sinfonía en Re de Franck fue estrenada en el Conservatorio de París, dedicada a Henri Duparc. La crítica reaccionó con ácida severidad, ignorando todas las virtudes de la obra y acusándola de wagnerianismo, si tal cosa existe. Para entender esta agresividad hay que recordar la estruendosa victoria prusiana de 1870 sobre los ejércitos franceses, la cual había generado un violento repudio anti-alemán. Así las cosas, las influencias de Liszt y Wagner que había aceptado Franck eran simplemente inadmisibles por motivos muy ajenos a la música.

No obstante, el maestro había firmado una obra maestra. La sinfonía se divide en tres movimientos, contrariando la costumbre, y hace gala de una sonoridad maciza, evocadora del órgano que Franck dominaba a cabalidad. Dicho de otro modo, si la Tercera de St. Saëns otorga un rol sobresaliente al órgano en su instrumentación, la Sinfonía de Franck hace del órgano el espíritu que inspira a la orquesta. La concepción estructural es cíclica, es decir, temas que aparecen al principio retornan a mitad de la obra y al final, aportando una nueva cohesión arquitectónica. Además, el compositor recurre a su genio para las modulaciones armónicas, y también emplea una “construcción lenta”, en donde el discurso ignora cualquier apuro. Esto no impide la frecuencia de momentos llenos de emoción y fuerza, debidos sobre todo a la profunda claridad que la obra, y el compositor, poseen acerca de sus propios recursos y propósitos. Es, digámoslo así, una obra dotada con vida interior, de la cual extrae todas sus razones.

Un estupendo análisis de la obra lo podrán encontrar en el blog del maestro leiter, aquí.

Courbet - hombre desesperado

»Hombre desesperado«, célebre lienzo de Courbet

La segunda obra compartida en el disco es la luminosa Primera Sinfonía, llamada «Primavera», de Robert Schumann. Todo lo que en Franck es opacidad tímbrica y seriedad de discurso, acá se transforma en color, alegría y atrevimiento. El feliz compositor celebraba en esta obra su batallado enlace con la mujer de su vida, Clara Wieck. Aflora aquí la característica “ebullición expresiva” del genio alemán, con sus reiteraciones y su lirismo a la vez dulce y vibrante.

Dos compositores, dos mundos diferentes, pero que encuentran un intérprete consumado en el genial Wilhelm Furtwängler junto a la Filarlmónica de Viena, en estos dos registros de comienzos de los cincuenta del siglo pasado. Mientras con Franck es una lectura compenetrada e idiomática, en Schumann es un sorprendente alarde de improvisación que jamás agravia las ideas contenidas en la partitura. Queridos amigos y amigas, les invito a disfrutar estas interpretaciones históricas...
» D E S C A R G A

MP3 VBR | 7 tracks | RAR 120,4 MB

Furtwängler en el blog

4 comentarios:

Luna dijo...

La sinfonia de Franck es otro gran ejemplo de como introducir un bello instrumento como el organo en la impresionante sonoridad de la orquesta; es una lastima que haya obras que, por influencias politicas u otras, no hayan sido aceptadas en su momento. La sinfonia de Schumann es tambien muy bonita, como bien dices caracterizada por el lirismo propio de este compositor. Un saludo.

Jorge Luis Argüero dijo...


Hola Quinoff, un amigo me recomendó tu página por intermedio del siempre muy amable Don Carlos Varela. Buscaba esta (y única) Sinfonía de C.Franck y ya la he descargado y todo muy bien.-
Desde Buenos Aires, te envío un saludo cordial y mil gracias..!!

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Estimado Jorge Luis, muchas gracias por tus palabras. Me agrada saber que pudiste escuchar esta versión de la Sinfonía. Espero complementarla con otra más adelante. Un saludo cordial también para ti, desde el otro lado de la cordillera!

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Enlace repuesto.

 
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