lunes, 20 de junio de 2011

BEETHOVEN / Séptima Sinfonía / Carlos Kleiber · 1982


Kleiber

Fragmento del Primer movimiento de la Séptima, en versión de Kleiber hijo

El inolvidable Carlos Kleiber fue un artista sujeto a sus propios códigos y obsesiones, perfeccionista a ultranza que no se prodigaba en los estudios de grabación, y con el paso del tiempo, cada vez más un hombre enigmático, que sólo volvía a empuñar la batuta a razón de cinco apariciones al año. A su amigo Riccardo Muti le declaraba la sorpresa que sentía ante la rapidez que exhibían noveles colegas en abordar el gran repertorio, mientras él sufría por la necesidad de tiempo para reflexionar sobre una obra antes de interpretarla en público. Esa profundización explica su repertorio exiguo, donde tenían cabida apenas algunas óperas y obras sinfónicas de un puñado de compositores. Es que dichas obras eran pulidas una y otra vez, en pos de aquello que rara vez se alcanza: la completa perfección.

Tenaz en ese empeño, Kleiber hijo enriqueció como pocos la discografía de Beethoven, no en nombre de la abundancia sino de la calidad. Su famosa Quinta con la Filarmónica de Viena es antológica. Quizá lo mismo deba decirse de la Séptima que hoy les comparto, esta vez en versión de la Orquesta Estatal de Baviera, en un registro en vivo de 1982.

Tomando algunas palabras del crítico Pablo Arce:
Desde los primeros compases del primer movimiento se anuncia el exquisito juego de contrastes al que asistirá el oyente, en el que tanto sorprenden la cristalina claridad de las líneas melódicas como el manejo de los crescendi, rotundos, casi exagerados, pero llenos de control, que constituían parte de su sello. Ahí está también su persuasivo trazo, que delinea la obra con una autoridad que hace creer al oyente que no puede ser tocada de otra manera, a pesar de pequeñas excentricidades como que las cuerdas finalizan el célebre Allegretto en pizzicato en vez de con arco, que es lo que indica la partitura. [...] Sin embargo, es con los dos movimientos conclusivos que llega lo mejor de esta grabación. Kleiber aborda esta celebración del ritmo en una lectura llena de júbilo, en la que, a pesar de los volcánicos tempi utilizados, nada se sale de lugar. Es en estos scherzo y finale donde mejor se aprecia la grandeza de este perfeccionista, que hace lucir lo ensayado hasta el cansancio absolutamente espontáneo y vivo. A lo largo de toda la obra, la orquesta entrega una respuesta magnífica, con especial lucimiento de las maderas y de los cornos.
D E S C A R G A

MP3 VBR | 48kHz | scans | 5 tracks | RAR 66,9 MB

5 comentarios:

I. v. Paixao dijo...

Soberbia interpretación, impregnada de una sonoridad perfecta en tratándose de una Sinfonía de Beethoven. Creo que Carlos superó por amlio margen a su padre, Herr Erich Kleiber. Fantástica publicación Joaquín.

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Iván von K., ¡qué gusto me das con tu visita! Aunque la “disputa” artística entre los dos Kleiber, padre e hijo, ha tenido y sigue teniendo adeptos tenaces por ambos lados, y aunque yo mismo me rindo con frecuencia al embrujo del Kleiber viejo... no puedo sino concordar contigo en tratándose de Beethoven o Richard Strauss. Carlos Kleiber me persuade como casi nadie más, excepción hecha de Furtwängler y el joven Karajan, no obstante la disparidad de estilos. La presente versión de la Séptima con los bávaros me suena superior a la otra grabación de Kleiber hijo, para Deutsche Grammophon con la Filarmónica de Viena.

Anónimo dijo...

No sabría qué versión elegir, la de la Wiener o ésta de la Orquesta de Baviera. Pienso que esta versión que nos ofreces está incluso un punto más alto, lo que equivale a decir que es PERFECTA.

Kleiber padre fue también un excelente beethoveniano (insuperable su Pastoral), con lo que esta inolvidable familia debería ser reconocida como una de las sagas interpretativas de Beethoven más importantes de la industria fonográfica.

De los Kleiber me gustan hasta los andares...

Un abrazo, maestro Joaquín

Javier M-F. dijo...

Esta es la más grande séptima de beethoven conocida (ORFEO). La mayoría de los comentaristas van a piñon fijo diciendo que la de Viena, que viene en el disco con la 5ª (DG). No, No, esta de Munich es mucho más espectacular, clara, espontanea y contrastada. Se han dado argumentos más técnicos, más atrás, con los que comulgo totalmente.

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Concuerdo totalmente contigo.

 
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