martes, 7 de junio de 2011

ADIÓS A UN MAESTRO




Un ataque de epilepsia privó a Chile de su pintor más trascendente en los últimos años, Claudio Bravo Camus. El artista, que contaba 74 años, vivía radicado en Tánger desde 1972, enamorado de la luz mediterránea, y su relación con Chile era distante. Hombre complejo, convencido de su valía, deslumbró a públicos del mundo entero con su técnica hiperrealista y su manejo del color. Tuvo polémicas opiniones sobre el otro gran pintor chileno, el surrealista Roberto Matta, a quien desmerecía. “La condición humana...” musitaría Elgatosierra...

Aunque incursionó también en la danza y el teatro, fue la pintura la que cimentó la posición artística de Bravo, quien además gozó de buena estrella en el ámbito comercial: la casa Christie's vendió uno de sus cuadros en mayo pasado por la nada tímida cantidad de 482.500 dólares.

Vaya el homenaje de esta página al tremendo artista que nos ha dejado el pasado fin de semana.


1 comentario:

Adriana Alba dijo...

No lo conocìa y amo la pintura aunque como la mùsica, entiendo "apenitas", pero las tècnicas se quedan mudas ante la grandiosidad de lo plasmado u oìdo.

el alma recuerda y entiende desde un àmbito para nada conceptual.

Que su partida sea con luz. Estoy segura que ya està pintando otra vez en el bello alto astral donde moran los artistas.

Besos.

 
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