miércoles, 18 de mayo de 2011

SVENDSEN | Rapsodias Noruegas

Kittelsen

Fragmento de la «Rapsodia Noruega nº 2»

Me llama mucho la atención cierta cualidad abundante en la música noruega: su lirismo. Es un rasgo nítido en el mayor compositor de esa nación de fiordos, Grieg, y lo es también en otro notable músico que fue su contemporáneo: Johan Severin Svendsen (* Cristianía, actual Oslo, 30 Sep. 1840; † Copenhague, 4 Jun. 1911).

Sin gozar de la misma inspiración que el creador de Peer Gynt, y con no más de 33 obras en su catálogo, Svendsen fue no obstante una figura de primera importancia en la historia artística de Noruega y Dinamarca durante el siglo XIX. De hecho, solamente Grieg superó en trascendencia la labor dinámica y fecunda de Svendsen como catalizador de un lenguaje musical propiamente escandinavo, en la senda del nacionalismo romántico alentado por Liszt.

Johan Svendsen (sentado a la derecha), Edvard Grieg (de pie) y Edmund Neupert retratados en Copenhague hacia 1870

La memoria de las generaciones suele condensar una época entera en un puñadito de nombres y fechas, olvidando el matizado contexto que hace posible una realidad. Por ello, no creamos que Noruega se reducía al poético Grieg, ya que ni él mismo estaría de acuerdo. En efecto, en una de sus cartas estampó las siguientes palabras:

[Svendsen] tiene todo lo que me falta. Él es, en mi opinión, el mayor artista... de todos los países escandinavos, y uno de los pocos grandes espíritus de Europa.

No le faltaba razón a esas apreciaciones. Si Grieg fue llamado “el Chopin del Norte” por su amplia literatura para el piano, Svendsen dejó en el género orquestal lo mejor de su producción. Firmó dos sinfonías (el manuscrito de la tercera fue echado al fuego por su mujer en un arrebato de ira...), dos conciertos (uno para violín, otro para chelo), así como un puñado de obras breves que testimonian su sabiduría instrumental. Y es que la orquesta se convertiría en su gran bastión: Svendsen fue el más eminente director escandinavo de su tiempo, responsable de introducir en los círculos musicales del Norte repertorios tan exigentes como las sinfonías de Beethoven o las óperas de Wagner.

Esta faceta interpretativa la ejercitó especialmente a partir de septiembre de 1883, cuando aceptó el cargo de kapellmeister en el Teatro Real de Copenhague. Durante el siguiente cuarto de siglo, Svendsen elevó la vida musical danesa a una nueva categoría, estimulando la aparición de músicos locales; no por nada el más grande de estos últimos, Carl Nielsen, sirvió en la orquesta del Teatro Real bajo la batuta del noruego.

Años atrás, en 1867, cuando visitara Reykjavik, Svendsen había dado un impulso similar a la carrera de Sveinbjörn Sveinbjörnsson, el primer compositor significativo de Islandia y autor de la música el hermoso himno nacional de aquel lejano país.

Knud Bergslien

«Atardecer en una cabaña de ganaderos» / Knud Bergslien, hacia 1858.

Svendsen siempre se interesó en la música popular de su país, la cual, dicho sea de paso, figura entre las más ricas del folklore septentrional. Quizá esos largos inviernos nórdicos, confinando a los habitantes al interior de sus hogares, hayan sido estímulo involuntario a la creatividad popular. El caso es que hacia 1840 se produjo la primera recopilación seria de tonadas populares por parte de Ludvig Mathias Lindeman. Diecisiete temas de Lindeman fueron utilizados por Svendsen en sus Cuatro Rapsodias Noruegas (1876-1877), inspiradas en las rapsodias lisztianas, y en las cuales se aprecian los rasgos que mejor distinguen al músico, así resumidos por la Wikipedia:

“La música de Svendsen recogió la herencia del conservatorio de Leipzig y si bien fue un romántico, no desarrolló un estilo radical y siempre empleó las formas clásicas. Su lenguaje armónico reveló cercanos lazos con Liszt y Wagner. Su instrumento era toda la orquesta y la exploró tanto creativa como interpretativamente, consiguiendo un brillante manejo de la instrumentación y un imaginativo tratamiento del colorido orquestal.”
Preikestolen, Noruega
carátulaDisfruten las 4 Rapsodias Noruegas y las fantasías orquestales Romeo y Julieta y Zorahaida, de Johan Svendsen, en interpretación de la Orquesta Sinfónica de Jutlandia del Sur, dirigida por Bjarte Engeset...

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mp3 | 320 kbps | rar 140,8 MB | scans

 
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