“El artículo de Baudelaire [reseñando la exposición de pintura organizada en 1846 por el Bazar Bonne-Nouvelle] se publicó el 21 de enero. Había en él una página admirable sobre el Marat mort de David. Citamos de él las siguientes líneas, en las que el poeta, inspirando al crítico, anota la transfiguración que puede operar el Arte hasta en el horror mismo:
...cruel como la naturaleza, este cuadro tiene todo el perfume de lo ideal.
Se trata de una frase profunda que habría podido servir más tarde como epígrafe a Les Fleurs du Mal mismas. Pero prosigamos:
¿Qué era, pues, esa fealdad que la santa Muerte ha borrado tan pronto con el extremo de su ala? Marat puede en adelante desafiar a Apolo; la Muerte acaba de besarlo con sus labios amorosos, y él descansa en la calma de su metamorfosis. Hay en esta obra algo tierno y punzante a la vez; en la atmósfera fría de esa habitación, sobre sus paredes frías, alrededor de ese baño frío y fúnebre, revolotea un alma...
Teniendo en cuenta la diferencia de los temas y, en consecuencia, la diferencia de los sentimientos que se relacionan con ellos, ¿no está aquí ya evocada la atmósfera del poema de Les Fleurs du Mal titulado Une Martyre? Baudelaire obtuvo en el plano literario, mediante el encantamiento poético, una transfiguración análoga a la que consiguió David con su pincel en su Marat. En ambas obras hay, no solamente la descripción de un cadáver, sino también, exteriormente al cadáver mismo, la presencia de la Muerte en la habitación y el comienzo de otra vida, un ‘alma que revolotea’.
3 comentarios:
Duerme en paz, extraña criatura...
Salud, paz, sonrisas y cordiales saludos para todo el fogón.
Elgatosierra
Guau, excelente blog, y sobre estos comentarios de Charles, y lo de Wagner, es increible. Saludos
Bienvenido al fogón, HaTu! Vuelve cuando quieras, estás en casa.
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