Haciendo votos por la inmediata recuperación
de nuestros amigos Javier y Fernando,
a quienes ya quisiéramos tener aquí
en nuestro fogón
por Elgatosierra
Hace unos días QUINOFF nos decía, a un grupito de melómanos orates que compartimos tertulia cibernética, que lo bueno de hablar con nosotros era que de repente salíamos con intérpretes que ya habían caído en el olvido, pero que gracias a eso estaba descubriendo músicos de gran altura sólo reservados para los más avezados.Ya le recordé en su momento aquel refrán que tanto se usa en mi pueblo: “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”. JAJAJAHablaremos hoy, para placer de todos, de uno de esos directores de orquesta prácticamente olvidados.
Toscanini nada más conocerle pensó en él como su candidato favorito para sucederle en su orquesta. Se habla de Cantelli como el discípulo más aventajado y querido del viejo maestro, aunque en puridad no podamos decir que fuera alumno suyo. Sabata también le tenía en gran estima. La Filarmónica de Nueva York, buscando el sustituto de Mitropoulos, le permitió codearse con Walter y Szell, invitándole regularmente. Cantelli no dejó, por desgracia, muchas grabaciones. Apenas algo de Beethoven, Brahms, Franck, Mussorgsky, Hindemith, Liszt, Mendelssohn, Mozart, Ravel, Rossini, Verdi, Vivaldi...
Pero hoy le traeremos aquí por lo que siempre ha sido más recordado: sus magníficas interpretaciones de las tres últimas Sinfonías de Chaikovsky. Aquí está su versión de la Quinta, registro de un concierto en directo con la Orquesta Sinfónica de la NBC en 1952. Si comparamos las versiones de esta Quinta Sinfonía por Toscanini y Cantelli, comprobaremos cómo, mediante aquella «técnica de la distanciación» que tan magistralmente manejaban ambos, aquél nos resulta gélido mientras éste nos parece incandescente. Salud, paz, sonrisas y cordiales saludos.


1 comentario:
Mil gracias a ambos Quinoff y Gatosierra por los buenos deseos hacia mi. Y me adhiero a los deseos de feliz recuperación de Javier.
Un abrazo.
Fernando.
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