Con frecuencia han visto en esta página al gran compositor finés Jean Sibelius. Me gusta su música. Me convence su postulado artístico. Y además disfruto una enormidad su arte de orquestador, uno de los más finos que se conozcan, quizá beneficiado por el fenómeno de la sinestesia — esa “peculiar cualidad sensorial según la cual, a partir de la estimulación en uno de los sentidos, se produce una respuesta automática en otro de ellos. Dicho de otra manera las personas con sinestesia pueden llegar a oír colores, ver sonidos o asignar un sabor a una determinada textura” (fuente). Tal riqueza de percepciones fue, muy probablemente, lo que alentó una equivalente riqueza en la traducción instrumental de sus ideas, originando “frescos sonoros” llenos de sutileza y poder.
El impacto de la naturaleza fue crucial en la inspiración de Sibelius. Su extraordinaria capacidad evocadora llevó los parajes nórdicos a la sala de conciertos, habituándonos a los fiordos, la aurora boreal, los bosques nevados o la fría majestad del Báltico.
Aquí encuentra su hábitat otra gran fuente inspiracional de nuestro compositor: la mitología nórdica contenida en el Kalevala. Sin embargo, no se piense que estas innatas condiciones descriptivas puedan sujetar a Sibelius a elementos circunstanciales. Lo suyo fue recrear los materiales donde descubría inspiración.
Al mismo tiempo, fue un maestro consumado del lenguaje “abstracto”, legándonos un corpus sinfónico personalísimo en el cual, un poco a la manera de Beethoven, cada creación difería de sus predecesoras para explorar nuevos territorios, siempre atento al difícil equilibrio entre forma y contenido.
Sibelius, en suma, es un universo. Y para adentranos en él, el sello ONDINE agrupó un puñado de obras e intérpretes representativos en el disco que hoy les comparto. Los títulos son reconocibles:- Suite Karelia, Op. 11
- Valse Triste (de 'Kuolema'), Op. 44/1
- La Hija de Pohjola (Pohjolan tytär), fantasía sinfónica, Op. 49
- El Cisne de Tuonela, poema sinfónico, Op. 22/2
- Andante Festivo, arreglo para orquesta de cuerdas... dirigido por el propio Sibelius
- Tres piezas de 'La Tempestad', Op. 109
- ... y la infaltable Finlandia, poema sinfónico Op. 26
¡Que disfruten una agradable travesía rumbo al Norte!
6 comentarios:
Estimado amigo, magnífica aportación y bellísima descripción de Sibelius en su glbalidad. Muchas gracias.
http://juliosbv.blogspot.com/
Estimado, me alegra mucho que este aporte sea de tu agrado. Pasé por tu página y te felicito por la entrada también dedicada a Sibelius, esta vez desde la mirada (final) de Bernstein. Aquel ciclo inconcluso es uno de los mejores, sin duda alguna.
Bienvenido!
Joaquin,justo y precioso el comentario .
Absolutamente de acuerdo con la inmensa capacidad evocadora de la música de Sibelius,sobre todo de paisajes y inmensidades de nieve y radiante blancura.
Territorios que soñamos mitológicos
Justamente hace pocos dias oí maravillada, su opus 55
"Cabalgata nocturna y amanecer "
Ahí están tambien los territorios blancos inundados por la luz boreal
Maravillos pueblos del norte que nos parecen gélidos pero que nos han dejado en muchas disciplinas grandes,y generosos artistas
Mil gracias, pues, Joaquin por el regalo
Mari, soy yo el que se alegra por haber podido brindarte una ocasión de auténtico disfrute musical. Siempre bienvenida!
Acabo de entroar tu blog me parece excelente Felicidades.
Si un día encuentras por ahí la Tempestad completa anímate a subirla
Saludos
Gracias por tu saludo. Estaré atento a "La Tempestad". Hay otras obras sibelianas poco conocidas que pretendo subir, espero que te gusten, aunque no diré nada aquí para no aguar la sorpresa.
Vuelve!
J.
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