viernes, 15 de julio de 2016

Kathleen FERRIER

La irrepetible Kathleen Ferrier

En mis gustos musicales campean las voces graves. Aplaudo a los basso-profondo, los octavistas eslavos o los barítonos de tonos oscuros. Y lo mismo pasa en terreno femenino, donde me impresionan las agudas agilidades de «Der Hölle Rache» pero me quedo con las mezzo-soprano y las contraltos. ¡Cómo resistir pues a quien tuvo la más extraordinaria voz de contralto que haya escuchado nunca, aparte de una sensibilidad capaz de verdadera comunicación! Al escucharla, uno se siente el directo dedicatario del canto.

Me refiero a la inigualada Kathleen Ferrier ( Higher Walton, Reino Unido, 22 Abril 1912 Londres, 8 Oct. 1953) quien murió de cáncer a los 41 años tras una sola década de carrera como cantante. Tuvo una voz de terciopelo oscuro, homogénea en toda su extensión, con capacidad insólita (casi masculina) en las partes graves de su tesitura. Fue intérprete extraordinaria de toda la música que abordó. Pero muchos recordamos, agradecidos, su culminante asociación con Bruno Walter. Lo que lograron juntos es material de leyendas, en especial si se trata de «La Canción de la Tierra», de Mahler. Poco después del doloroso final de la cantante, Walter fue categórico: «El mayor acontecimiento musical de mi vida ha sido conocer a Kathleen Ferrier y Gustav Mahler. En ese orden».

No sé explicar por qué, pero la particularísima voz de Ferrier me arrastra hacia una emoción intensa, arrobadora y a la vez apacible, salpicada con inevitable nostalgia por su abrupto final. Convengamos que la Muerte tiene buen gusto...

Le dedico un recuerdo a la bella contralto inglesa —porque sí, era muy linda— con una famosa aria barroca, atribuida a Bach:

Y su versión a capela de la canción popular inglesa «Blow the wind southerly» vibra todavía con su encanto, pureza musical e indecible belleza vocal:

Por fin, cuelgo este segmento de un documental de la BBC —lamentablemente sin subtítulos al español— en que amigos aún vivos de «Klever Kaff» (la inteligente Kath, sobrenombre que la acompañó desde la infancia) evocan sus últimas vivencias junto a la extraordinaria cantante, que llegó a las cimas de su arte disputando tiempo a la muerte:

8 comentarios:

Elgatosierra dijo...

¡NO TENGO PALABRAS PARA PONDERAR TANTO ARTE...! :)

Julio Salvador Belda Vaguer dijo...

¡Qué preciosidad de artículo y de contenido!
Muchísimas gracias compi.

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Gracias amigos míos!

robin dijo...

Clever Kaff ! Siempre vuelvo a ella cuando necesito consuelo.
Abrazos !

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Gusto de tenerte por aquí robin. Cuando escucho a Kathleen Ferrier siempre recuerdo unas palabras tuyas, en Oído Fino. Mencionabas ahí que ella te parece siempre emocionalmente pudorosa y contenida a la manera británica, pero a medida que avanzaba la enfermedad su canto se volvía más intenso, más expresivo. Te doy la razón, salvando que Ferrier es emocionante incluso en su contención.
¡Saludos, mon ami!

robin dijo...

Claro que es emocionante en su contención, amigo Quinoff. ¡Y gracias por recordar palabras que había yo olvidadas !!!

Anónimo dijo...

Buenas Quinoff, la Ferrier es un vozarrón de mujer!!! Tengo la Canción de la Tierra con Walter acompañándole. Exquisitez, toda una exquisitez de interpretación y estos bocados, imperdibles.

Por curiosidad, ¿tendrás disponible la integral sinfónica Brahms-Abbado con la Berliner?

Una gozada de Blog!

Gracias.

manoloconcon dijo...

Preciosa Voz. Me hizo recordar a Marian Anderson. Gracias por compartir

 
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