sábado, 9 de enero de 2010

BARTÓK / 1 · 2 · 3 /

por Itzel e Istvana Valva


Para Ernesto y Joaquín
respetuosamente.

• I ) P R E S E N T A C I Ó N

La idea de esta serie de entregas es, ante todo, realizar un pequeño recorrido por algunas de las obras del músico transilvano por excelencia llamado Béla Bartók. En realidad no intenta de ninguna manera sembrar una metabiografía del autor y mucho menos ser esbozo de un auténtico tratado musicológico. Se trata, más bien, de abordar al autor desde dos perspectivas: las raíces populares en las cuales basa buena parte de su música y, además, ubicarlo desde la tradición en su tránsito a la modernidad. Respecto a esto último, ¿por qué Bartók decide integrar a su música el método axial, propio de la geometría cilíndrica, y la proporción áurea, muy cercana a los alquimistas, Leonardo incluido?

• II ) LA MÚSICA DE TRANSILVANIA



1. Breve semblanza de Transilvania

Transilvania o Erdély es una bella región boscosa (erdély significa más allá del bosque, y su traducción latina es equivalente) situada hoy en el centro de Rumanía. Sin embargo, históricamente la región ha pertenecido a diferentes etnias y culturas de entre las cuales podemos destacar básicamente a dos: los Romanos paganos (Siglo I de nuestra era) y los Magyares cristianizados (a partir del Siglo X), los cuales fundan un Obispado que da origen al Imperio Húngaro y, con ello, a que los transilvanos nativos cambiaran religión, idioma y cultura para así seguir conservando sus derechos.



2. El aspecto cultural

Según se cree, los primeros ocupantes de la zona fueron hordas procedentes de lo que hoy es Pakistán. Pero el verdadero pluralismo étnico de la región procede de la Edad Media, cuando en la zona de dan cita tribus Magyares, Latinias, Otomanas e incluso Teutonas conformando toda una policromía cultural. De hecho, las primeras expresiones culturales digamos oficiales están ligadas básicamente al dervichismo en una rara combinación con el cristianismo ortodoxo oriental. Como no podía ser de otra manera, musicalmente hablando, las expresiones de la época están supeditadas a las formas pentatónicas gregorianas; pero también, en cuanto al folklore, el místico sonido derviche donde el uso de flautas de caña, címbalos y timbales empieza a convertirse en una tradición.

Aquí precisamente vamos a hacer nuestra primera escala musical para ofrecer a todos ustedes una muestra de la Música que en los siglos XVI a XVIII se estilaba en la región. Está interpretada por el Ensamble Kecskés y René Clémencic y es una selección del Códex Linus. Pongan especial atención a las pistas 1, 2 y 14 ya que serán esenciales para hilar con la siguiente entrega:







3. La Música Tradicional de Transilvania

Se piensa que es en el Siglo XII cuando tribus cyganíes procedentes del Indostán arriban a la región erdély asentándose ahí hasta el Siglo XV, trayendo consigo cadencias y ritmos básicamente melancólicos. No obstante, por ser tribus ya entonces consideradas degeneradas (Fernando I de Habsburgo se había dado a la tarea de exterminarlos) difícilmente entran en mestizaje con los transilvanos, por lo que en el Siglo XVI deciden emigrar hacia Bohemia durante el período conocido como “La defenestración de Praga”. De todas maneras, algo de su cultura musical quedó, teniendo eco posteriormente y sobre todo en la obra de Ferenc [Franz] Liszt; pero esto pertenece a otro tema que, por el momento, vamos a pasar por alto.


¿Qué elementos musicales van a conformar la música tradicional erdély? Ya anotamos que el uso de percusiones y celesta derivan de las hordas otomanas. Pero va a ser en el Siglo XVII cuando un misterioso músico y alquimista conocido como Artophaeus descubre que en sus ritmos folklóricos se rompe con la cuadratura musical tradicional, no obstante que siguen un patrón denominado diatónico y otro cromático compuesto a su vez por un sistema axial y una proporción denominada áurea. Muy a grosso modo, musicalmente hablando, esto explicaría el porqué en la música transilvánica y magyar en general existan dos extremos excluyentes pero complementarios entre sí: uno largo en donde la concentración de material musical cromático es muy denso y en continuo ascenso, y otro digamos corto caracterizado por la economía de medios y el descenso del material. Artophaeus tratará de incorporar éstas características folklóricas a la música catedralicia (había sido nombrado Principal de la Catedral de St. Jakuba en 1702), obviamente sin ningún éxito debido a que, según crónicas de la época, sonaba como si la banda estuviera borracha.


A continuación haremos una segunda escala musical antes de abordar de lleno a Bartók. Se trata de melodías tradicionales de los campos erdelíes interpretadas por el Cuarteto Takács y Marta Sebestyen. Escuchen el uso de la percusión, la utilización de la voz solista (que posteriormente vamos a encontrar en Barba Azul), el ritmo digamos borracho del violín y la influencia de los temas otomanos que anteriormente habíamos escuchado en la primera entrega.

Béla Bartók: Grabación recogida en terreno,
y su reelaboración en el Dúo de Violines nº 44

Ojalá la disfruten y la escuchen con atención ya que será el punto de arribo a la Música para percusiones, cuerdas y celesta:


En la próxima entrega Itzel e Istvana abordarán la figura del maestro magyar en el contexto cultural que hoy hemos conocido.

7 comentarios:

Alex dijo...

Tuve un poco de problemas al descargar el primer link pero ya pude hacerlo. No tenía idea del parentesco de la musica de Bartok con la musica de Turquía. Escucharé con atencion. Saludos desde Nicaragua.

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Hola Alex, bienvenido! Sí, los links dieron un poco de problemas y estamos realojándolos en otro servidor. El artículo en sí es bastante revelador; como tú, yo desconocía muchas influencias culturales que habitan la música de Don Béla. Los próximos artículos se vienen buenos también. Felicidades a las escritoras!

Anónimo dijo...

Magnifico blog Quinoff! Encantado de haber encontrado este sitio gracias a ti. Lo agrego a mis favoritos y lo enlazo a mi blog.

Un saludo,
Adolfo

Frank Ar dijo...

Excelente entrada Quinoff, o puedo llamarte como firmas en Leiter's? Me ha gustado la combinación entre historia y música.

saludos

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Bienvenido Frank! Da igual, al final ya "mi identidad no es un secreto". Un gusto verte por aquí... y ese blog tuyo no tiene competidor. Lo de la melena como ingrediente para dirigir bien... jajaja, me estuve riendo un largo rato.

Y Adolfo, todo mi reconocimiento a tu talento! Qué dibujos, hombre, qué dibujos!

Elgatosierra dijo...

Itzel e Istvana, me inclino ante ustedes. Qué amor a esta música y que sabiduría demuestran.
En primer lugar quiero decir que los dos amigos Ernesto y Joaquín se lo tienen más que merecido.
Estoy seguro que escuchar cualquier obra del Gran Bartók a partir de ahora será ya una experiencia diferente. Será otro Bartók, y si hasta ahora nos gustaba, y mucho, a partir de ahora nos gustará todavía más, porque podremos apreciarlo con más perspectiva y con más referentes.
Les estoy profundamente agradecido.
Y de las músicas, qué podría decir. ¡Ummm! El viejo y querido René Clémencic (solo su nombre me trae tantos recuerdos que no sabría por donde empezar: Carmina Burana; Le Roman De Fauvel; Trovadores; Danzas medievales y del renacimiento; René Clémencic y sus flautas... Hace más de treinta años asistí, en el medio de Francia, en la zona de Moulins, a un concierto con su grupo, en una maravillosa noche de verano, en un castillo medieval medio derruido) y el Ensamble Kecskés.
Y, además, otro regalo extraordinario, el Cuarteto Takács, Marta Sebestyen, la gran dama de la música folklórica húngara, y Muzsikas. Cómo el Cuarteto Takács no iba a bordar los Cuartetos de Cuerda del Gran Bartók con estos mimbres.
Toda esta música tiene la autenticidad, el brillo y el sabor de la música folklórica ancestral.
Y no querían hacer ni una metabiografía ni tratado musicológico. Está bien claro, tendremos metabiografía y tendremos un verdadero tratado musicológico. En fin, será maravilloso.
Itzel e Istvana, me vuelvo a inclinar ante ustedes.
¡Y la edición del gran Quinøff! Esa cabecera, esos paisajes y ese corro de campesinos bailando son de antología. Qué gracia y que sabor.
Alex, Adolfo y Frank, se les saluda muy cordialmente.
Salud, paz y sonrisas para todos.
Elgatosierra

Itzel Valva dijo...

Estimado Gatosierra...

Para nosotras tus palabras nos representan un auténtico honor y un motivo más para seguir con esta serie que no intenta otra cosa que un pequeño homenaje al gran Bartok. Con respecto a Quinoff, pues sólo agradecerle la oportunidad que nos brinda tan generosamente de poder participar en su Blog y, por supuesto, gracias también a todos aquellos que se han tomado la molestia en leernos.
Recibe nuestros más sinceros saludos y... simplemente gracias!

Itzel e Istvana

 
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