domingo, 21 de noviembre de 2010

Silsila ye Chaahat ka (“Nunca permití que se apagara”)


Hace pocos días le preguntaba a ese bailarín redomado que se hace llamar “Elgatosierra”, en qué consiste el placer de bailar. Sucede que yo desconozco la respuesta. Y vino el buen gato sabio a decirme que se trata de disfrutar la vida, de buscar esas respuestas dentro de uno mismo, etc. En fin, puede que las respuestas no estén afuera de uno, pero ciertas cosas pueden ayudar a descubrir el encanto; y ver bailar a Aishwarya Rai es una de ellas.

Aishwarya Rai
Aquí la vemos en la película “Devdas” (2002) interpretando el rol de Parvati, la joven enamorada de Devdas y que a la partida de éste a Inglaterra para completar sus estudios, enciende una vela que simboliza su amor. Corin Tellado en versión hindi, la verdad, pero el reflejo opulento de la antigua cultura india es fascinante. La canción que les comparto aquí, Silsila ye Chaahat ka, es interpretada por Shreya Ghoshal. ¡Disfrútenla!



6 comentarios:

Elgatosierra dijo...

Esta mujer, que es muy guapa, no diré lo contrario, me parece plástico, y me recuerda mucho aquél tema del gran Rubén Blades.
¡Quinoff, a ver si bailas un poco más! JAJAJA
Salud, paz, sonrisas y cordiales saludos.
Elgatosierra

q u i n o ƒ ƒ dijo...

La verdad es que, a propósito de esta chica y el baile hindú, quería preguntarte qué son los “mudras” que alguna vez mencionaste. Noto que hay muchos ademanes bien calculados y tienen una lectura, que a mí al menos se me escapa.

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Ernesto, dijeron que Aishwarya era de plástico. ¿Qué hago con este gato...?

Elgatosierra dijo...

¿¡Quinoff, no te da vergüenza ser tan chivato!? JAJAJA
Salud, paz, sonrisas y cordiales saludos para todo el fogón.
Elgatosierra

Elgatosierra dijo...

Perdón, con la broma se me ha olvidado comentar lo de los ‘mudras’.
Son posturas establecidas, hechas fundamentalmente con las manos, que se utilizan en las danzas tradicionales orientales, sobre todo en las regiones hinduistas y budistas.
Sólo para las manos hay marcadas 24 fundamentales, pero se extienden a todos los segmentos corporales. Cada postura, a la que se llega por un gesto que hay que controlar y dominar, tiene un sentido determinado (amor, armonía, energía, sabiduría, vacio…) Lo importante es la intención y la conciencia del movimiento con la correspondiente propiocepción corporal. Correspondería, en nuestra cultura occidental con lo que Bourdieu, el gran sociólogo francés, definió como ‘habitus’, ciertas prácticas corporales que colocan al sujeto en una disposición determinada.
Hay ciertas mudras compartidas por muchas culturas, tanto orientales como occidentales, por ejemplo la de amor, sosteniendo las palmas de las manos enfrentadas y juntas delante del pecho. Muchas imágenes religiosas se basan en esas mudras, que son comprendidas por todas las culturas. Cuando nos colocamos en esas posturas, estamos en disposición para…
Si la postura se extiende a todo el cuerpo en su conjunto se denominan asanas, y éstas son bien conocidas por los practicantes de yoga.
Según la tradición oriental hay que dominar el cuerpo en general y todos sus segmentos en particular, por lo que el aprendizaje de las mudras y las asanas dura toda la vida, debido a los grandes beneficios que reporta al practicante.
Creo que en el siguiente enlace pueden ver muy bien todo esto, en una danza de Bali (Indonesia), y a la vez contemplar y escuchar un gamelan, agrupación musical típica de estas prácticas:
http://www.youtube.com/watch?v=QR9bjN4jAVM&feature=related
Espero que con esto haya quedado satisfecha tu curiosidad, chivato. JAJAJA
Salud, paz, sonrisas y cordiales saludos para todo el fogón.
Elgatosierra

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Gracias por la clara y completa explicación, Gato! Lo de chivato es un mal ‘habitus’, jajaja. Alinear el cuerpo según la intención de la mente (o el espíritu) es una intuición tan generalizada y sin embargo, qué cantidad de cosas se pueden elaborar a partir de ella. Desde mudras y asanas, hasta la gesticulación bien estudiada del teatro, e incluso los modales en la mesa para declarar gusto o cortesía. Lo que me gusta es que toda esta riqueza se basa en la comunicación con otro, lo cual la hace todavía más humana.

 
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