Desde el lunes pasado, Chile guarda silencio. Porque la insigne folclorista Margot Loyola dejó esta vida a sus 96 años de edad, callando así una de las voces emblemáticas de nuestra tierra. El folclore se viste de luto y los homenajes se multiplican tanto como el ardor de la nostalgia. El himno nacional canta a “ese campo de flores bordado, copia feliz del Edén”. Creo que Margot Loyola también deja tras de sí un campo bordado con flores muy vivas: las de la inspiración que supo comunicar, del amoroso descubrimiento musical que supo preservar, de la refrescante vitalidad que siempre supo contagiar.
¡Hasta siempre, maestra de generaciones, querida Doña Margot!
1 comentario:
¡Doña Margot siempre en nuestro corazón...!
Descanse en paz...
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