Ferenc Fricsay (1914-1963) fue uno de los mejores directores centroeuropeos del siglo XX. El único oponente a su carrera meteórica fue el cáncer, que terminó con su vida a la temprana edad de 48 años.Fricsay recibió su educación musical en la Academia de Música Franz Liszt, de Budapest, Hungría. Entre sus profesores figuran nada menos que Dohnányi, Kodály y Bartók. Primero dirigió en su natal Szeged (1936) y luego en la Ópera de Budapest. A los 30 años, Fricsay sustituyó sin preparación a Otto Klemperer para dirigir el estreno de La muerte de Danton, de Gottfried von Einem, en el Festival de Salzburgo (1947). De un día para otro, el talento del húngaro alcanzaba renombre mundial.
Fricsay junto al elenco de Dantons Tod
(Salzburgo, 1947)
Durante años permaneció en Berlín como director de la Sinfónica RIAS, llevándola a un nivel superlativo, pero amplió asimismo sus responsabilidades musicales dirigiendo en la Ópera Estatal de Baviera e incluso más allá del Atlántico. En los Estados Unidos debutó frente a la Sinfónica de Boston en 1953 y al año siguiente se vinculó a su homónima de Houston; con todo, serios desacuerdos lo llevaron a dimitir luego de pocos conciertos y regresar a Europa. En sus años finales dirigió la Sinfónica de Radio Berlín, entre otras, y fue invitado frecuente de los principales festivales musicales del viejo continente. Falleció en Basilea, Suiza, el 20 de Febrero de 1963.El estilo enérgico de Fricsay conciliaba vitalidad y precisión, cuidando también la claridad, la flexibilidad y la comprensión cabal de la partitura y de las intenciones del compositor. Ese raro equilibrio entre fondo y forma lo predestinó a ser uno de los mozartianos ejemplares del siglo XX, aunque sea más justo ubicarlo entre esos pocos directores realmente dotados para infundir vida propia a las composiciones. Interpretó magistralmente las grandes obras del repertorio germano (Haydn, Mozart, Beethoven, Brahms, etc.), los compositores de su patria (Kodály, Bartók) y regiones aledañas, y también la música contemporánea. Frente al encendido debate entre los partidarios y detractores de la tonalidad, nuestro húngaro marcaba distancia y establecía su propio criterio: “Sólo existen la buena música y la mala música”. A despecho de todas estas virtudes, el nombre de Fricsay, sonoro y codiciado en vida, fue eclipsado después por otros que vivieron más tiempo y gozaron del favor de la industria discográfica. No es que estos últimos sean malos, sino que Fricsay podía ser tan bueno como ellos o a menudo, mejor. Y por eso está siendo redescubierto.La próxima entrada estará dedicada a una sinfonía de Schubert en versión de este extraordinario director; hoy les dejo un video en que Ferenc Fricsay dirige el conocidísimo poema sinfónico “El Moldava”, de Smetana. Quizá les sorprenda la velocidad que imprime a la obra, pero déjenlo llegar a la célebre melodía del río y verán que todo calza. Aprecien también la expresividad de su dirección sin batuta, y la energía que obtiene de la orquesta.
5 comentarios:
Confieso que soy un ignorante de los cánones o criterios usados para juzgar la música clásica; sin embargo me arriesgaré a decir que esta versión es muy buena. Saludos!!!
Fricsay fue un magnífico director y su muerte prematura fue una verdadera tragedia.
Toda una pléyade grandes estrellas se apagaron en aquellos años, Argenta, Cantelli, Fricsay…, y nos dejaron con una sensación de impotencia terrible.
Ahora solo nos queda el consuelo de sus grabaciones y el homenaje que podemos hacerles por post como el que nos regala el amigo QUINOFF.
Amigo Monomakhos, se te saluda muy cordialmente. Sí, todos nos sentimos absolutamente ignorante frente a estos genios. Pero tú no te preocupes por eso y disfruta de la buena música que nos regala nuestro común amigo.
Recuerda que no hay mejor forma de vivir la vida que por medio del arte. Como decía Flaubert: "Ama el arte. De todas las mentiras es, cuando menos, la menos falaz". JAJAJA
Salud, paz, sonrisas y cordiales saludos para todo el fogón.
Elgatosierra
P.D. Estoy llorando de alegría y emoción por la victoria del hermano pueblo egipcio sobre el dictador. Espero hayan aprendido la lección y no se dejen arrastrar a otra dictadura peor…
De no haber muerto tan joven, Fricsay tal vez lideraría la lista de los más inolvidables directores de la historia.
Y aún así fue uno de los más GRANDES. Un portento.
Enhorabuena por el post, Joaquín
Me sumo a los halagos merecidísimos dirigidos al enorme Fricsay. Me reconozco un admirador de su talento admirándolo a través de una discografía que poco a poco va ampliándose para disfrute de todos los amantes de la música. Gracias por el artículo querido Quinoff.
Nada que agradecer, aparte de sus alentadoras palabras, queridos amigos Monomakhos, Gato, leiter y Julio! Siendo un artículo debí refrenar los halagos, pero no dejan de girar en mi cabeza ciertas palabras leídas estos días en la Web: “Hubo dos directores que gobernaron el siglo XX: Furtwängler y Fricsay”. Las escribió un entusiasta, que no por eso deja de tener gran parte de razón, con el perdón de todos los demás genios de la batuta en la centuria pasada. Es un dato a tener en cuenta esa repentina desaparición de artistas que menciona Elgatosierra!
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