Un breve saludo y una recomendación: permítanse una pausa y déjense llevar por Wagner en este genial Preludio al Acto Primero de su ópera Lohengrin, que Simon Rattle y la Filarmónica de Berlín ejecutan con perfección.
Sé que hay una lista extensa de grandes intérpretes que se midieron con esta obra y “detuvieron los relojes”. Creo que en esta ocasión el director británico y la orquesta alemana consiguieron uno de sus mejores momentos.
Wagner recurre a una instrumentación visionaria para representar ese mundo legendario que poblaba su imaginación, sacando provecho al registro sobreagudo de los violines en un acierto tímbrico genial (apodado incluso sonido Lohengrin).
Así logra sugerir algo que baja desde muy Alto, para recurrir después a una planificada sumatoria de familias orquestales (cuerdas, maderas, metales, percusión, ¡qué bien usado el golpe de platillos no sólo pidiéndole fuerza sino también suavidad! [6:44 del video]) que conduce nuestra emoción desde ese mudo éxtasis inicial al estallido del más abierto fervor romántico. Por fin, el sonido se eleva otra vez a los sobreagudos en pianissimo de las cuerdas, cerrando esta pieza con la llamada cadencia plagal o eclesiástica, evocadora de la música sacra y aquí, sugerencia del mundo Superior al que retorna el héroe.
Con ustedes dejo, pues, una obra musical de las que hacen historia:
2 comentarios:
¡SUBLIME! Wagner and Berliner
¡Así es!
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