jueves, 1 de enero de 2009

Spektacular

Regina Spektor no es autora de canciones, sino de pequeños mundos en donde todo parece evidente, fácil, inspirado, bien puesto... Hace tiempo no me sentía tan atrapado por una música que a poco de oír, uno ya la siente “necesaria”, inolvidable... ¿Quién las sacó de la nada? Esta hermosa mujer judía-ruso-neoyorquina.

En tiempos de la Perestroika, una pequeña inmigrante llegaba con su familia a los EE.UU., dejando atrás su piano (porque nada soviético era admitido en los U.S.A.) pero trayendo consigo la imaginación musical y la voz que nos sorprenderían a todos.

Revisando páginas de Internet he encontrado calificativos variados para ella. Hay quien dice que su registro vocal tiene un “desgarro masculino”; para otros “te hace sentir tu amiga”. La mayoría alaba su música a la vez íntima y comunicativa. En lo personal me sorprende su capacidad de ser inconfundible, tanto como su habilidad para fundar “microcosmos”. Algo en su naturalidad me recuerda a Yann Tiersen, mientras su particular voz aporta ese timbre dulce y dramático que la hace tan llamativa. También su formación en música clásica es reconocible; allí están sus temas “Aprés moi” o “Us” para evidenciar un piano acompañante que recuerda la elaboración de los lieder alemanes. Sus canciones amalgaman sencillez y musicalidad, disimulando una estructura bien planteada con introducción, exposición, desarrollo, reexposición y cierre, aunque sin la mínima dependencia a esquemas formales o premeditación académica. En Regina Spektor, la música se mueve con deliciosa y femenina fluidez.
La niña que quiso ser concertista es ahora la creadora que atrapa a los pocos acordes. Insisto: le bastan pocos acordes; desde el comienzo ella sabe lo que quiere decir y rápidamente comienza a decirlo. Sólida y experimental a la vez.

 

 (Enlace a la letra de esta canción conmovedora) 

Hablando por mí mismo, en Spektor he descubierto a una mujer y una voz para admirar. Sé que no me cruzaré con ella mañana, que no hablo su idioma ni soy su vecino... pero es una de esas personas a las que me gustaría dar un abrazo de reconocimiento y de gratitud. Y no me digan que me simpatiza por el solo hecho de ser rusa... 


 
“Pobre Niñito Rico”. Regina Spektor toca el piano con la mano izquierda, marca el ritmo con una baqueta en la derecha, explica la canción y luego canta. Todo en uno. 

Cierro con dos canciones emblemáticas: la bella y ya famosa “Fidelity”, y la sorprendente “Us”, verdadero mundo cerrado. En “Fidelity”, la letra tiene un par de frases que descubren la urgencia interior de todo creador:  
I hear in my mind All these voices I hear in my mind all these words I hear in my mind all this music And it breaks my heart
“Escucho en mi mente todas estas voces, estas palabras, esta música... y me parten el corazón”.

   
Regina Spektor: Fidelity  
Regina Spektor: US

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