Es fácil pasar por alto que la música, sobre todo la clásica (en sus múltiples variedades) requiere tres ingredientes: el compositor, el intérprete... y el oyente. Escuchar obras maduradas por grandes creadores no puede ser un acto displicente, ni el auditor está para calentar sillas; tal como quien sigue la trama de una película se sumerge en la ficción para absorber los detalles, igualmente las grandes obras están ahí para iniciar un diálogo con nosotros, para ofrecernos belleza, claro que sí, pero no de las formas habituales. Cultivar un oído atento es también un arte.Algo de eso aborda el maestro Daniel Barenboim en el siguiente video, ofreciendo algunos consejos y sobre todo reflexionando sobre cómo escuchar la música:
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5 comentarios:
Todo lo que dice Barenboim tiene mucho sentido, y si además la música clásica nunca la escuchásemos en MP3, estaríamos rozando la perfección.
¿Te refieres al formato mp3 o a la música digitalizada en general? Porque, cuando bien utilizados, no corrompen la calidad de la música. Ahora, si te refieres a la costumbre de ir por la vida con un par de audífonos y un background sonoro que nos deja indiferentes, entonces concuerdo. Hay que atender lo que se oye, cuando eso que se oye fue escrito con pasión y genio.
A propósito del tema, me ha sucedido que llevando los audífonos puestos para oír mi lista de obras en formato mp3 (al ir en el bus, o mejor aún caminando tranquilo por la calle), me he llevado agradables sorpresas gracias al azar: a veces ciertos pasajes cobran inesperada elocuencia bajo la luz de un farol, o ante una avenida arbolada, o ante la luz que golpea determinadas piedras en determinado rincón. Se avienen con eso. La Obertura Trágica de Brahms observando el cielo gris del invierno, la Segunda Sinfonía de Bruckner, Schubert, etc.
Precioso vídeo del maestro. La música como todo arte sorprende siempre y en todo lugar.
Gracias Quinoff.
Muy sabias y ciertas la definicion de la musica del gran maestro, Daniel Baremboim.
A cada ser humano le llega la musica de diferentes maneras y depende de las circunstacias.
A mi personalemnte no puedo vivir sin estar escuchandola desde que despierto hasta que me duermo.
Llena mi espiritu y llega hasta mi alma!
Soy una melomana empedernida.
Gracias Quinof, por darnos estos maravillosos regalos espirituales.ya sea Poesias, Musica o Pensamientos
Un abrazo muy sincero
Angela Rebecca.
Muchas gracias por tus palabras, Ángela!
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