Acaba de consolidarse una Leyenda: ha muerto Bernard Haitink. Digo consolidarse porque, seamos sinceros, el gran director neerlandés era ya una leyenda viviente, y todas sus últimas apariciones en público fueron acontecimientos no sólo por su dominio absoluto de oficio musical, sino porque aquellos (privilegiados) auditorios sabían que las apariciones del Maestro serían episodios para atesorar siempre.
Uno siente también como si se hubieran cortado amarras con un periodo trascendente del siglo pasado, cuando la vieja guardia de
Haitink fue un gran campeón del repertorio sinfónico y lírico de Europa central, con cierta predilección por el romanticismo tardío de
Admito que la partida del Maestro me tomó por sorpresa. Aun con sus 92 años a cuestas, uno guardaba la esperanza de que el reloj del Destino marcara las horas más lentamente y así, demorar el momento de la despedida. Pero ha llegado. Y para recordarlo, aquí les dejo su interpretación de la Sinfonía Alpina de Richard Strauss con la Filarmónica de Viena, en 2012:
5 comentarios:
R I P
Escribió Claudio von Foerster:
BERNARD HAITINK (1929), holandés, sintió el llamado de la música al escuchar por vez primera un concierto dirigido por Mengelberg ( al que, estando Haitink en plena carrera, despreció por hacer caso a chismes sobre el pasado político de aquel; y a quien, ya consagrado el mismo Haitink, revalorizó con arrepentimiento). Comenzó estudiando el violín a los 9, pasando a tocarlo en la Filarmónica de Radio Nederland.
Pasó a estudiar con Leitner, siendo su asistente en 1955 en la radio. En 1959 debió sustituir a última hora a Giulini en el Concertgebouw, siendo nombrado en 1961 co-director en dicha orquesta, con Jochum y a la muerte de van Beinum. En el 64 pasó a ser titular, dejando la orquesta años más tarde para dirigir la Filarmónica de Londres. Años más tarde justificaría haber dejado Holanda para poder dirigir óperas. Luego debutó en Glyndebourne y repartió sus menesteres entre Londres, Ámsterdam e innumerables giras mundiales. Es un director sensible, ecléctico y de gran técnica, con un repertorio ilimitado.
Como lo es su vastísima fonografía.
Muy bien dirigido y ha sonado mu biennnnn, director perfecto, RIP
Su 9a de Mahler en 1971 y su 5ª de Bruckner en 1980, ambas en el Palacio de Bellas Artes de México, fueron mis máximas experiencias en la sala de conciertos, hasta que estuve en su despedida en Londres el 3 de marzo de 2019 con la 7ª de Bruckner. He escuchado a muchos otros grandes en vivo a lo largo de los últimos 60 años pero Bernard Haitink ha sido quien más me ha impresionado.
León Ferrer, México.
Qué tonterias escribo; la función el Londres fue el 3 de septiembre de 2019 en Royal Albert Hall.
León Ferrer, México.
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