domingo, 10 de mayo de 2020

CHAIKOVSKY · Fragmentos orquestales de sus óperas

Tchaikovsky en su estudio Chaikovsky ante su piano

El pasado 7 de mayo, cuando celebré a Brahms, hice caso omiso de otros dos onomásticos relevantes: en esa misma fecha se estrenó la Novena Sinfonía de Beethoven en Viena (1824) y nació un creador tan extraordinario como Piotr Illich Chaikovsky (1840).

Aunque en lo personal considero a Brahms un peldaño más arriba en lo que atañe a creación musical, lo cierto es que el gran compositor ruso le aventaja en varios aspectos: Chaikovsky fue mejor melodista, poseía un instinto natural para manejar los timbres instrumentales y alcanzar aciertos extraordinarios, y abordó con éxito un área en la que Brahms se mantuvo siempre ajeno, como es la ópera.

Se le daba tan bien el complejo arte dramático-vocal, que algunos analistas defienden incluso que Chaikovsky concibió sus grandes ballets con mentalidad de operista; así, habría escrito las escenas de una ópera reemplazando arias, dúos y coros por bailarines realizando solos, dúos y coreografías.

Carecía Chaikovsky de la reciedumbre de carácter del alemán, a quien admiraba de manera reticente (en sus cartas lo describe como “una fuerza de la naturaleza” tras conocerlo, pero también espetó aquella famosa crítica en su Diario personal: “He tocado la música de ese patán [bastardo] de Brahms. ¡No tiene nada de talento el muy desgraciado!”).

En cambio, Piotr Illich sufría una melancolía corrosiva que lo atormentaba dolorosamente, si bien se esforzaba por disimular en sociedad y sólo confiaba a sus más allegados estas oscuridades. ¿Serían producto de su imaginación, un trastorno psíquico, o sería una necesidad creativa, un “personaje” que lo impulsaba a la creación? No lo sabemos, pero sí es cierto que la música fue donde transmutó ese arrebato emocional en obras maestras.

Chaikovsky fue el primer artista ruso de éxito internacional, vitoreado en Europa y América. Sus grandes ballets, sinfonías, conciertos y óperas no han perdido nada de su fascinación hoy, a 180 años desde que naciera su creador. De hecho, hoy por hoy su nombre se mide en pie de igualdad con clásicos occidentales como Beethoven y Mozart.

Chaikovsky se prodigó en la composición de óperas. Aunque la más famosa entre ellas es Eugenio Oneguin, existen otras rara vez oídas en nuestros escenarios sudamericanos: La dama de picas, La doncella de Orleáns, Iolanta, La hechicera, Los caprichos de Oksana, Mazepa, Vakula el herrero, El Opríchnik, El voivoda (esta última destruida por Chaikovsky y luego reconstruida a partir de borradores).

Toda esta parcela de su producción contiene momentos orquestales de potencia arrolladora que el maestro Evgeni Svetlanov nos descubre en este disco del sello Melodiya, «Chaikovsky: Fragmentos orquestales de sus óperas». Seguro que esta selección de 25 piezas les resultará una audición inolvidable.

(Dedicado con afecto a mi amigo Mahlerite-Shosta, gran fan de Chaikovsky, y a mi madre que tanto gustaba de esta música)

» D E S C A R G A

MP3 VBR · 48 kHz | .7z 217,6 MB | Yandex.ru


5 comentarios:

Mahlerite-Shosta dijo...

Querido amigo, muy halagado y agradecido pero también muy impresionado por ésta entrega.

A pesar de haber conocido y explorado tantos discos y grabaciones del gran
Don Pedro, no tenía a éste disco en el radar. Por supuesto que me dispongo
a bajarlo y escucharlo.

Agregaría también a su producción orquestal toda la maravillosa música para
la escena no operística que compuso, joyas como la Doncella de Nieve y la música incidental para Hamlet, todas de la misma alta factura.

Un abrazo y de nuevo gracias.


M-S

q u i n o ƒ ƒ dijo...

A mí también me sorprendió este disco cuando lo encontré –andaba tras la famosa Antología de la Música Sinfónica Rusa usando el venerable eMule– y llevo tiempo intentando compartirlo. Ahora por fin llegó la ocasión.

Mahlerite-Shosta dijo...

Yo también intenté completar esa serie pero lamentablemente en eMule no están todos los volúmenes. Me frustré y borré los que tenía, jejejejeje.

Anónimo dijo...

Estimado Quinoff.- A pesar que hace ya un buen tiempo sigo este maravilloso blog, es la primer vez que me atrevo a subir un comentario. Muy agradecido por esta hermosa entrega, de alguien a quien admiro tanto como es Tchaikovsky. En alguna oportunidad hasta subí algún comentario en el blog de nuestro común amigo Julio Salvador de Sentidos, del cual es una pena no saber nada. Espero sinceramente que tu hermoso país pueda salir de esta situación tan difícil. Gracias a tí, a Tchaikovsky, creo que esta etapa es un poco más sobrellevadera. Recibe el afectuoso saludo desde Uruguay. José

Andrea Riera dijo...

Muchas gracias por todo el excelente blog, por toda la dedicación y por ofrecerlo y compartirlo al mundo. He pasado largo tiempo explorando varias de las entradas, espero seguir descubriendo más y disfrutando de todo el conocimiento. Gracias nuevamente y un gran saludo!

 
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