lunes, 23 de diciembre de 2019

Cuando un joven BRAHMS daba autógrafos

Brahms

Hacia 1850 Arnold Wehner era director musical en Göttingen, famosa ciudad universitaria y también centro artístico del norte de Alemania. Una de las ventajas de su trabajo era el trato personal con los intérpretes y compositores de paso, puesto que organizaba las comidas con que la ciudad los agasajaba. Wehner mantuvo puntualmente un libro de visitas (“Album Amicorum”) y pidió a sus ilustres invitados que lo firmaran. Así es como encontramos en sus páginas a Robert Schumann, agradeciendo su hospitalidad, o a Felix Mendelssohn elogiando la cocina.

Pero, si la costumbre era escribir unas palabras amables y añadir, ojalá, un par de notas en un pentagrama rápido a mano alzada, Johannes Brahms desbordó la medida. Era junio de 1853 y Brahms acompañaba al violinista húngaro Ede Reményi en una gira de conciertos. Una de sus paradas los llevó a Göttingen y a la casa de Wehner.

El muchacho de Hamburgo tenía apenas 20 años y quería labrarse un nombre. Ambicioso, no dejó una simple firma en el libro de Wehner; anotó zur Erinnerung Johannes Brahms (en memoria de Johannes Brahms) y escribió toda una composición para piano en La menor. Allí se quedó, a salvo. La meticulosa destrucción de manuscritos juveniles en que se empeñaría Brahms años más tarde, enemigo de sus “indiscreciones musicales”, no alcanzó el libro de Wehner.

No era una melodía irrelevante; el compositor mismo la retuvo en su mente y doce años más tarde la recuperó en el Scherzo de su Trío para Corno, Violín y Piano Op. 40, en otra tonalidad.

¿Y el manuscrito?

El autógrafo atravesó el resto del siglo XIX y todo el siglo XX protegido por la fortuna y la ignorancia. En 2011 fue fue descubierto por la casa de subastas Doyle de la ciudad de Nueva York, donde el “Album Amicorum de Arnold Wehner” fue vendido en U$158,500. Una anécdota entretenida es que la autoría de esta pieza en particular fue catalogada con ayuda del Dr. Michael Struck del Johannes Brahms Gesamtausgabe de Kiel (Alemania), pero unos meses después la BBC afirmó que el director de orquesta y musicólogo Christopher Hogwood había descubierto la obra y que el estreno mundial iba a ser realizado por András Schiff.

Cahuines y celos apartes, estamos frente a una notable muestra de genio del Brahms juvenil. La “Hoja de Álbum” (Albumblatt) es una miniatura, sí, pero perfectamente concebida con tema, desarrollo y final. Así de generoso era Brahms cuando daba autógrafos...


Partitura en PDF

4 comentarios:

Laura dijo...

La belleza del sonido en todo su esplendor. Felíz Nochebuena y felices días hoy y siempre.

q u i n o ƒ ƒ dijo...

¡Gracias querida Laura! Y sobre esta música, se cumplen al menos dos reglas brahmsianas: en su juventud el compositor fue mucho más melódico, y su estilo característico estaba ya perfectamente establecido desde la fase más temprana de su producción.

Elgatosierra dijo...

Muy buenas, QUINOFF y compañía. Me parece que esta exuberancia juvenil tiene todas las características de la improvisación, ya que no nos deja vislumbrar de dónde viene y a dónde va la melodía, algo que quedaría resuelto doce años después. Pero ya no era lo mismo, porque el compositor era otro, no aquel impetuoso joven pianista que acompañaba a un virtuoso violinista. Y, como bien sabemos, no tan generoso como podría haber sido, lo que nos hace pensar que aquella pretérita benevolencia no fue más que egoísmo. Pero nadie puede afirmar que la melodía mo sea gozosa, y que lleve explícitas todas las características de la composición brahmsiana. Sigo creyendo que mi SCHUBI está velado por las húmedas nieblas de Hamburgo.
Muy Felices Fiestas y Venturosos 2020 y todos los que vengan, para que podamos seguir disfrutando de nuestra compañía, abrazados entrañable y fuertemente, en profunda y sostenida amistad... JA, JA, JA 😹🎄

q u i n o ƒ ƒ dijo...

¡Querido Gato, muuuchas gracias por tu comentario! Un enorme abrazo con los doces tonos (pero no al mismo tiempo jajaja) para quien ha sido parte activa y paciente (y muy benévola con este desorganizado anfitrión bloguero) de esta página, y por supuesto, uno de los amigos a quienes quiero y admiro. Que este agitado año preludie cosas buenas para el venidero, cosas que nos sorprendan y estimulen al alero de la amistad.

 
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