viernes, 13 de septiembre de 2019

Adiós, Maestro HAITINK

HaitinkGracias por tanto, maestro

Grande en su trayectoria, en su discografía y en su legado, el director holandés Bernard Haitink, con 90 años cumplidos, ha ofrecido su último concierto como músico profesional al frente de la Filarmónica de Viena interpretando juntos la Séptima Sinfonía de Anton Bruckner. El venerado director ha dirigido casi todo el tiempo de pie, de memoria y con una maestría consumada, demostración que su debilidad física no ha impedido una fabulosa madurez artística.

En palabras de la crítica, la Filarmónica de Viena ha gestado una interpretación asombrosa de la sinfonía bruckneriana, llegando al cénit en el Adagio, golpe de platillos incluido.

Así pues, esta época de informaciones instantáneas y registro visual de prácticamente todo nos ha deparado al menos el gozo de compartir, sin barreras de lugar ni umbrales de tiempo, la despedida de una genuina leyenda musical. Gracias, maestro Haitink.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran director! Tengo muchas grabaciones suyas con la incomparable Concertgebouw, las encuentro muy buenas, aunque en mi opinión pienso que quizá le faltó una chispa de genialidad.

Laura dijo...

Escribió Claudio von Foerster: "
BERNARD HAITINK (1929), holandés, sintió el llamado de la música al escuchar por vez primera un concierto dirigido por Mengelberg( al que, estando Haitink en plena carrera, despreció por hacer caso a chismes sobre el pasado político de aquel; y a quien, ya consagrado el mismo Haitink, revalorizó con arrepentimiento). Comenzó estudiando el violín a los 9, pasando a tocarlo en la Filarmónica de Radio Nederland.
Pasó a estudiar con Leitner, siendo su asistente en 1955 en la radio. En 1959 debió sustituir a última hora a Giulini en el Concertgebouw, siendo nombrado en 1961 co-director en dicha orquesta, con Jochum y a la muerte de van Beinum. En el 64 pasó a ser titular, dejando la orquesta años más tarde para dirigir la Filarmónica de Londres. Años más tarde justificaría haber dejado Holanda para poder dirigir óperas. Luego debutó en Glyndebourne y repartió sus menesteres entre Londres, Ámsterdam e innumerables giras mundiales. Es un director sensible, ecléctico y de gran técnica, con un repertorio ilimitado.
Como lo es su vastísima fonografía."

 
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