martes, 28 de febrero de 2012

In Memoriam MAURICE ANDRÉ [1933-2012]


Mauricio Andrés
Al parecer, toda una generación musical está partiendo. La noche del 25 de Febrero pasado ha fallecido en Bayona, con 78 años, el genial trompetista Maurice André.

Retirado de las lides musicales a contar del 2004, debido a su resquebrajada salud, seguía siendo motivo de inspiración para innumerables trompetistas noveles. De hecho, repartió con generosidad su consejo y apoyo a muchos colegas, porque Maurice André siempre se distinguió por su entrañable humanidad. Nunca fue amigo del alarde y el capricho, algo que probablemente deba a su origen modesto en Arlés. De muchacho trabajó como minero pero también estudió música, ingresó a una banda de bronces y logró una beca para el Conservatorio de París. Así comenzó una trayectoria que se encaminó a lo más alto. Virtuoso en un instrumento alejado hacía mucho tiempo de la primera línea, fue capaz de recordar al mundo por qué la gloria se celebra con fanfarrias. Dominó las virtudes técnicas al punto de asimilarse a la trompeta como Heifetz con el violín, pero hizo aún más: redefinió el sonido de su instrumento, generando un timbre inconfundible, inigualable, donde tuvo cabida no sólo el ímpetu guerrero o la pompa, sino la delicadeza, la picardía, la serenidad, la nostalgia, en fin, cuanto pueda expresar la música humana.

Un amigo trompetista me aseguró una vez haber leído al maestro André en una entrevista expresando un sueño inusitado: tocar la trompeta en el Juicio Final. Nunca he podido saber si aquella frase era cierta, pero me suena verosímil; siempre he creído que sólo se realizan grandes cosas cuando se aspira a otras todavía mayores. En fin, para quien escribe estas líneas, el sonido de Maurice André ha sido motivo de admiración desde la adolescencia. Luego descubrí que el gran músico era además un hombre bueno. Y es a este último a quien dedico el tributo breve pero sincero de esta entrada.


4 comentarios:

LEITER dijo...

Cuando más pasen los años más seremos conscientes del legado de André. Por cierto, maravillosa la redacción de esta entrada.

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Gracias, amigo, y me sumo a tus palabras, dichas en otro sitio: si hoy los conciertos de Haydn, Hummel, Telemann y otros forman parte del repertorio —amén de la renovada aparición de intérpretes que los llevan al disco— se debe a Maurice André.
Un abrazo!

Elgatosierra dijo...

Conocí el maravilloso "Concierto para trompeta" de Haydn a través de Don Maurice, después vinieron muchos otros.
¡Descanse en paz el bueno entre los buenos!
Salud, paz, sonrisas y cordiales saludos para todo el fogón.
Elgatosierra

Ernesto dijo...

Que bellas palabras has utilizado para retratar al maestro...como bien dices el humanizó la trompeta y hoy somos muchos los que bebemos de su fuente (mejor dichoo manantial) de inspiracion. Gracias por tus palabras

 
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